lesiones deportivas

Practicar deporte puede generarnos dolor en algunas zonas del cuerpo. Incluso con los ejercicios más comunes, como el running o la natación, podemos producirnos lesiones deportivas que pueden resultar molestas. Sin embargo, muchas de ellas se solucionan con masajes deportivos específicos, que ayudan a restablecer los músculos y los preparan para que puedas volver a la carga cuanto antes.

Lesiones deportivas que se solucionan con masajes

Este tipo de masaje es una de las técnicas de fisioterapia más apreciada por los deportistas. Cuando sufrimos una lesión, nos ayuda a preparar y reparar los tejidos y, además, nos ayuda a relajarnos. Algunas lesiones que podemos tratar con masajes son:

Calambres

Los calambres se caracterizan por generar una rigidez repentina del músculo. Son muy dolorosos, pero fácilmente tratables con un masaje que facilite la vasodilatación y que el músculo vuelva a la normalidad.

Contracturas

La repetición de ciertos movimientos, así como ciertos sobreesfuerzos, pueden generar contracturas musculares. Son muy comunes en zonas como la espalda, hombros y lumbares y, como su nombre indica, son contracciones del músculo, que generan rigidez, abultamiento de la zona y dolor. Un masaje deportivo «soltará» la contractura y hará que la zona recupere la flexibilidad.

Tendinitis

Es una lesión muy común en deportistas. En este caso, se produce una inflamación del tendón que causa dolor y la imposibilidad de utilizar la articulación afectada. Los masajes en estos casos se realizan de forma profunda, para que el tejido se reestablezca correctamente.

Lesiones deportivas más graves que podemos tratar con masajes

En muchos casos, si la lesión es más grave, los masajes forman parte de una terapia pensada para no empeorar el estado de los músculos. Se recomienda para ayudar a la curación y que ésta sea más rápida y eficaz. Un profesional será capaz de ayudarte en los siguientes casos:

  • Esguinces. Se realizarán masajes de aproximación a la zona lesionada, sin llegar en ningún caso a tocarla. Deben tratarse con precaución pero, a medida que nos vayamos recuperando, podemos ir acercándonos a la zona afectada para ayudar al músculo a restablecerse.
  • Distensiones. Se producen por movimientos bruscos, estiramientos indebidos o caídas, y hace que la amplitud del tejido aumente. En estos casos el masaje no debe provocar dolor y debe hacerse con cuidado. Así, ayudaremos al tejido a recuperarse del sobreesfuerzo y volver a su tamaño estándar.
  • Rotura fibrilar. Hablamos de esta lesión cuando se rompen una (o varias) fibras del tejido muscular. También es muy común en deportistas. En este caso, un masaje suave puede ayudar a eliminar el hematoma interno que provoca la rotura, ayudando a que su recuperación sea más rápida.

En cualquier caso, un masaje deportivo ayuda a eliminar toxinas que puedan afectar a nuestro funcionamiento muscular, elimina tejido cicatrizal menos elástico que se haya producido por lesiones previas y alivia los espasmos musculares, además de ayudarnos a relajarnos y eliminar el estrés. Si necesitas que te ayudemos a recuperarte de una lesión o quieres volver a ponerte en forma cuanto antes, ¡aquí te dejamos nuestro masaje deportivo!

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